miércoles, marzo 31, 2004
"Desde que no pienso,
vivo mejor.
No sufro,
pero vivo mejor." Les Luthiers.
Un filósofo (Descartes): "Pienso, luego existo".
Un cientÃfico (Cualquier neurocirujano): "Existo, luego pienso".
¡Maldita la dualidad de las cosas!
¿Con cuál me quedo?
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vivo mejor.
No sufro,
pero vivo mejor." Les Luthiers.
Un filósofo (Descartes): "Pienso, luego existo".
Un cientÃfico (Cualquier neurocirujano): "Existo, luego pienso".
¡Maldita la dualidad de las cosas!
¿Con cuál me quedo?
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sábado, marzo 27, 2004
"No queremos más de lo mismo,
ver proliferar a tanto cretino
porque hoy no es el dÃa ni la hora adecuada
para aguantar a tanto bocachancla.
[...]
Y el Gran Hermano aún nos vigila.
Triunfa la memez y la tonterÃa.
Sólo hay Def Con Dos o Def Con Uno
y de ti depende el color del futuro." Poco pan (y pésimo circo). Def Con Dos.
Los que estamos hartos de esta sociedad y de hacia donde nos llevan, declaramos:
1) Que no queremos otro siglo que se destaque por sus guerras, ni por sus avances hacia el control de la humanidad.
2) Que no queremos otro siglo en el que la tecnologÃa sólo sirva para hacernos más esclavos o más productivos.
3) Que no queremos otro siglo del beneficio empresarial y sà uno del final del hambre y de las enfermedades.
4) Que queremos muchas visiones de la vida y no solo una impuesta desde una parte del mundo.
5) Que queremos que este siglo sea el de compartir y no el de explotar.
6) Que queremos que este siglo sea el de la REVOLUCIÓN del pueblo más oprimido de la historia del hombre: el de las mujeres.
Y para que vean que esto no es solo un montón de palabras sin alma, firmamos en donde pone comment y prometemos iniciar el cambio desde nosotros mismos.
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ver proliferar a tanto cretino
porque hoy no es el dÃa ni la hora adecuada
para aguantar a tanto bocachancla.
[...]
Y el Gran Hermano aún nos vigila.
Triunfa la memez y la tonterÃa.
Sólo hay Def Con Dos o Def Con Uno
y de ti depende el color del futuro." Poco pan (y pésimo circo). Def Con Dos.
Los que estamos hartos de esta sociedad y de hacia donde nos llevan, declaramos:
1) Que no queremos otro siglo que se destaque por sus guerras, ni por sus avances hacia el control de la humanidad.
2) Que no queremos otro siglo en el que la tecnologÃa sólo sirva para hacernos más esclavos o más productivos.
3) Que no queremos otro siglo del beneficio empresarial y sà uno del final del hambre y de las enfermedades.
4) Que queremos muchas visiones de la vida y no solo una impuesta desde una parte del mundo.
5) Que queremos que este siglo sea el de compartir y no el de explotar.
6) Que queremos que este siglo sea el de la REVOLUCIÓN del pueblo más oprimido de la historia del hombre: el de las mujeres.
Y para que vean que esto no es solo un montón de palabras sin alma, firmamos en donde pone comment y prometemos iniciar el cambio desde nosotros mismos.
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miércoles, marzo 24, 2004
“Amor, ¿de qué color es el amor,
si carmesà o bermellón?
...Como te siente mejor,
como lo pintes, ¡siéntelo!� Amor. La naranja china.
Tengo una compañera de trabajo. Llegó hace un año pico. Pasamos, literalmente, casi todo el dÃa juntos. Ella es bajita, pelo a mechas de varios colores que no suele peinar, ojos marrones y bigotillo rubio. (No te enfades por lo del bigotillo, compa).
Ella no puede hablar. Antes viajábamos en silencio. Ahora cantamos en los atascos. Cantamos en el trabajo. Cantamos delante del jefe (por la cara que pone lo debemos de hacer bastante mal). Yo a grito pelao. Ella con los ojos.
Antes se dormÃa en su asiento en el coche o en el camión. Después empezó a sestear sobre mis piernas. La eché un par de veces. Inútil. Desistà y ahora dormimos en el mismo asiento.
Es epiléptica. Le han dado varios ataques en el trabajo. Todas las veces sólo fui capaz de abrazarla y hablarla. Siempre con terror en los ojos. Ella llena de convulsiones. Yo lleno de lágrimas.
Tiene un poco de mala leche. Si alguien se acerca demasiado al coche, o al camión, se acuerda de su padre y de su madre. A su manera, claro.
Ella vino de muy lejos. Buscaba otra oportunidad después de un abandono. Aquà la ha conseguido y ahora es feliz. Aunque todavÃa sufra mucho cuando se queda sola.
Un dÃa, hace tiempo en un atasco, me fijé en sus ojos. No dejaban de mirar los mÃos. Con ternura. Con cariño. Contándome muchas cosas. Todos arrancaron y yo me quedé parado. En ese momento supe lo que me estaba diciendo. Solo pude contestar cuatro palabras en voz alta mientras la cogÃa:
Yo también te quiero.
PD. Me dice mi compa que os ponga que ella es una teckel de pelo duro capa jabalÃ. Ya ves tú, como si eso fuera importante...
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si carmesà o bermellón?
...Como te siente mejor,
como lo pintes, ¡siéntelo!� Amor. La naranja china.
Tengo una compañera de trabajo. Llegó hace un año pico. Pasamos, literalmente, casi todo el dÃa juntos. Ella es bajita, pelo a mechas de varios colores que no suele peinar, ojos marrones y bigotillo rubio. (No te enfades por lo del bigotillo, compa).
Ella no puede hablar. Antes viajábamos en silencio. Ahora cantamos en los atascos. Cantamos en el trabajo. Cantamos delante del jefe (por la cara que pone lo debemos de hacer bastante mal). Yo a grito pelao. Ella con los ojos.
Antes se dormÃa en su asiento en el coche o en el camión. Después empezó a sestear sobre mis piernas. La eché un par de veces. Inútil. Desistà y ahora dormimos en el mismo asiento.
Es epiléptica. Le han dado varios ataques en el trabajo. Todas las veces sólo fui capaz de abrazarla y hablarla. Siempre con terror en los ojos. Ella llena de convulsiones. Yo lleno de lágrimas.
Tiene un poco de mala leche. Si alguien se acerca demasiado al coche, o al camión, se acuerda de su padre y de su madre. A su manera, claro.
Ella vino de muy lejos. Buscaba otra oportunidad después de un abandono. Aquà la ha conseguido y ahora es feliz. Aunque todavÃa sufra mucho cuando se queda sola.
Un dÃa, hace tiempo en un atasco, me fijé en sus ojos. No dejaban de mirar los mÃos. Con ternura. Con cariño. Contándome muchas cosas. Todos arrancaron y yo me quedé parado. En ese momento supe lo que me estaba diciendo. Solo pude contestar cuatro palabras en voz alta mientras la cogÃa:
Yo también te quiero.
PD. Me dice mi compa que os ponga que ella es una teckel de pelo duro capa jabalÃ. Ya ves tú, como si eso fuera importante...
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sábado, marzo 20, 2004
SABER POPULAR, Vol. I.
“Si tu no te das cuenta de lo que vale,
el mundo es una tonterÃa,
si vas dejando que se escape...
lo que maaás querÃasâ€�. Kiko Veneno.
“No sabes lo que tienes hasta que lo pierdesâ€�. DÃcese del estado que nos recuerdan los demás, o en el que nos sumimos, siempre que desaparece de nuestra vida una persona o circunstancia a la cual se echa de menos. Dicho estado puede venir dado por los siguientes motivos: a) Ceguera, o cuanto menos miopÃa grave, producida en muchos ) casos por un cuadro de sÃntomas de egoÃsmo-ombliguÃtico que impide ver lo bueno que nos rodea antes del momento de la pérdida. b) Cuadro grave de sÃntomas de egoÃsmo-ombligÃtico que traspasa la ceguera antes mencionada y produce un egocentrismo en sumo grado que acarrea la sobrevaloración de los actos propios y la infravaloración de los ajenos.
En cualquiera de los dos casos el estado que hoy nos compete suele tener diversos y varios efectos secundarios que básicamente se reflejan en la rememoración constante de la circunstancia o persona perdida y en el estancamiento personal del individuo. Ante esta circunstancia, y en un intento de quitar la razón a ese pozo de sabidurÃa que es el SABER POPULAR, rogamos abrir bien los ojos y demás sentidos en la búsqueda de indicios que nos indiquen lo bueno que tenemos al lado puesto que, digan lo que digan, no es invisible.
Desde aquà reenviamos al apartado musical de este post como medida preventiva.
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martes, marzo 16, 2004
"Sé que cuantas más
sé que cuantas más...
...veces te lo diga peor será.
Ya lo sé. Sabes que lo sé. Allá voy otra vez:
"Te quiero", "la culpa es mÃa",
"la culpa es mÃa", "te quiero".
"Échamela a mÃ...
...la culpa". La culpa. Astrud.
Dicen: "Rectificar, es de sabios". Y digo yo: sabios... ¿Quienes? ¿Los que rectifican para cumplir? ¿Los que rectifican habiendo hecho algo que volverán a hacer? ¿Los que de verdad saben que han hecho algo malo y quieren rectificar? ¿Los que de verdad no saben que han hecho algo malo y quieren rectificar? ¿Los que lográn discernir que caso de los anteriores se les presenta en la rectificación del otro?
Yo, reconozco que no siempre rectifico. Sólo lo hago en el caso de haber hecho algo mal sin ser esa mi intención. En los demás casos...
Bueno, si hacemos caso a la frase del principio, soy un tonto nada hipócrita.
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sé que cuantas más...
...veces te lo diga peor será.
Ya lo sé. Sabes que lo sé. Allá voy otra vez:
"Te quiero", "la culpa es mÃa",
"la culpa es mÃa", "te quiero".
"Échamela a mÃ...
...la culpa". La culpa. Astrud.
Dicen: "Rectificar, es de sabios". Y digo yo: sabios... ¿Quienes? ¿Los que rectifican para cumplir? ¿Los que rectifican habiendo hecho algo que volverán a hacer? ¿Los que de verdad saben que han hecho algo malo y quieren rectificar? ¿Los que de verdad no saben que han hecho algo malo y quieren rectificar? ¿Los que lográn discernir que caso de los anteriores se les presenta en la rectificación del otro?
Yo, reconozco que no siempre rectifico. Sólo lo hago en el caso de haber hecho algo mal sin ser esa mi intención. En los demás casos...
Bueno, si hacemos caso a la frase del principio, soy un tonto nada hipócrita.
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lunes, marzo 15, 2004
"Ohhhhhhhhhh
Cómo hemos cambiado..." Presuntos Implicados.
Hoy el tema ya sabemos cual es: "EL CAMBIO". Esas dos palabras me retraen a cuando yo era un niño.
Cuando yo era un crÃo leà en muchos carteles "EL CAMBIO" o algo similar. Haciendo "flash-backs" logro ver carteles con dominante rojo y sÃmbolos como una rosa o un puño. Logro distinguir una cara que es la de Felipe González, pero sin canas y con un peinado de la época. Si me concentro mucho veo a Felipe, con un hombre con gafas de pasta negra al lado, moviendo los brazos arriba y abajo y hablando de cultura, sanidad, progreso y cosas asà que entonces parecÃan utopÃas. AsÃ, concentrado, también veo lágrimas en gente que le escucha y que es muy querida por mÃ. Me acuerdo de ir al cole y cantar con mis amigos lo que escuchabamos a nuestros padres: "SE VE Y SE SIENTE; ¡FELIPE PRESIDENTE! La verdad es que mis padres no lo cantaban en la calle como yo y de hecho mi madre, con recuerdos de una época que todavÃa estaba reciente, me repetÃa una y otra vez que no cantase cosas de esas en la calle. Por si acaso...
Pero sobre todo recuerdo que era un niño. Un niño lleno de ilusión. Un niño que, un dÃa de aire, vio como se caÃa un cartel electoral de contrachapado de los que estaban colgados en las farolas. Era un cartel que en las alturas parecÃa mucho más pequeño de lo que era cuando lo recogà en el suelo. Su tamaño fue el ideal para extender y pinchar mi campo de fútbol de tela para jugar a las chapas. En el primer campeonato de fútbol de chapas de mi piso Felipe nos observó a través de la delgada tela de fieltro verde. Y él fue el primer adulto que me vio ganar ese campeonato.
Aquellas elecciones las gano Felipe, y yo canté como el que más con mi familia. Eran otros tiempos y otras situaciones y ahora no hay tantos ánimos para cantar...
Además, entonces, yo era un niño lleno de ilusión...
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Cómo hemos cambiado..." Presuntos Implicados.
Hoy el tema ya sabemos cual es: "EL CAMBIO". Esas dos palabras me retraen a cuando yo era un niño.
Cuando yo era un crÃo leà en muchos carteles "EL CAMBIO" o algo similar. Haciendo "flash-backs" logro ver carteles con dominante rojo y sÃmbolos como una rosa o un puño. Logro distinguir una cara que es la de Felipe González, pero sin canas y con un peinado de la época. Si me concentro mucho veo a Felipe, con un hombre con gafas de pasta negra al lado, moviendo los brazos arriba y abajo y hablando de cultura, sanidad, progreso y cosas asà que entonces parecÃan utopÃas. AsÃ, concentrado, también veo lágrimas en gente que le escucha y que es muy querida por mÃ. Me acuerdo de ir al cole y cantar con mis amigos lo que escuchabamos a nuestros padres: "SE VE Y SE SIENTE; ¡FELIPE PRESIDENTE! La verdad es que mis padres no lo cantaban en la calle como yo y de hecho mi madre, con recuerdos de una época que todavÃa estaba reciente, me repetÃa una y otra vez que no cantase cosas de esas en la calle. Por si acaso...
Pero sobre todo recuerdo que era un niño. Un niño lleno de ilusión. Un niño que, un dÃa de aire, vio como se caÃa un cartel electoral de contrachapado de los que estaban colgados en las farolas. Era un cartel que en las alturas parecÃa mucho más pequeño de lo que era cuando lo recogà en el suelo. Su tamaño fue el ideal para extender y pinchar mi campo de fútbol de tela para jugar a las chapas. En el primer campeonato de fútbol de chapas de mi piso Felipe nos observó a través de la delgada tela de fieltro verde. Y él fue el primer adulto que me vio ganar ese campeonato.
Aquellas elecciones las gano Felipe, y yo canté como el que más con mi familia. Eran otros tiempos y otras situaciones y ahora no hay tantos ánimos para cantar...
Además, entonces, yo era un niño lleno de ilusión...
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sábado, marzo 13, 2004
"Yo digo
¡salta!
salta conmigo
digo ¡salta!
salta conmigo..." Salta. Tequila.
Uf... Hoy el que pone la música de los post se ha equivocado. No vamos a "botar", vamos a "votar", que no es lo mismo. Aunque no va mal encaminado. La verdad es que me gustarÃa que al mirar alrededor viesemos a todos aquellos que conocemos o no votando con nosotros. Es un derecho por el que mucha gente dio su vida. Y es un derecho que un montón de personas, cuyo delito fue madrugar y coger un tren el jueves, no podrán ejercer.
Cuando era pequeño siempre hacÃa sol cuando habÃa que votar. Este año el cielo está lleno de nubes y los ojos llenos de lágrimas, pero eso no debe hacer que nos quedemos en casa.
PD: Mi tristeza crece y crece cuando ve como el gobierno juega con el dolor de los familiares de las vÃctimas, falseando quien lo hizo, para sus propósitos. ¡Qué vergüenza!
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¡salta!
salta conmigo
digo ¡salta!
salta conmigo..." Salta. Tequila.
Uf... Hoy el que pone la música de los post se ha equivocado. No vamos a "botar", vamos a "votar", que no es lo mismo. Aunque no va mal encaminado. La verdad es que me gustarÃa que al mirar alrededor viesemos a todos aquellos que conocemos o no votando con nosotros. Es un derecho por el que mucha gente dio su vida. Y es un derecho que un montón de personas, cuyo delito fue madrugar y coger un tren el jueves, no podrán ejercer.
Cuando era pequeño siempre hacÃa sol cuando habÃa que votar. Este año el cielo está lleno de nubes y los ojos llenos de lágrimas, pero eso no debe hacer que nos quedemos en casa.
PD: Mi tristeza crece y crece cuando ve como el gobierno juega con el dolor de los familiares de las vÃctimas, falseando quien lo hizo, para sus propósitos. ¡Qué vergüenza!
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jueves, marzo 11, 2004
Tal vez no debÃamos postear.
En dÃas como hoy nuestros actos deben ser una protesta contra todos aquellos que nos quieren matar. Porque la verdad es esa; nos quieren matar. Si ves la vida de una manera propia; sobras en su mundo. Son asesinos que trabajan para intereses económicos que quieren mantener sus negocios a base de muertes. Hace tiempo que no vale esa idea romántica de: “los luchadores idealistasâ€�. Aceptar esa idea serÃa insultar la memoria de todos aquellos que dieron su vida para conseguir nuestra libertad. Aceptar esa idea serÃa menospreciar la vida y la actitud de gente que supo protestar y conseguir sus ideales sin matar inocentes. No puedo imaginar el torrente de vidas que ya nunca podrán hablar, reÃr, vivir... Gente que ha muerto en la ignorancia del que no sabe que su muerte esta determinada por otro y no por sus actos. No puedo imaginarme sus caras que ya no podré ver. Ni sus voces que ya no podré escuchar. Ni sus palabras que no podré leer... Hoy han sido ellos. Mañana puedo ser yo.
Por eso, por ellos y por nosotros, debemos escribir. Ellos no podrán hacerlo nunca más y callar los que estamos vivos serÃa olvidarlos e insultar su vida y, sobre todo, su muerte.
Va por vosotros para no olvidaros nunca.
Va por la gente que os quiere para que sepan que no están solos en su dolor.
Va contra aquellos que jamás, jamás, acabarán con nosotros.
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En dÃas como hoy nuestros actos deben ser una protesta contra todos aquellos que nos quieren matar. Porque la verdad es esa; nos quieren matar. Si ves la vida de una manera propia; sobras en su mundo. Son asesinos que trabajan para intereses económicos que quieren mantener sus negocios a base de muertes. Hace tiempo que no vale esa idea romántica de: “los luchadores idealistasâ€�. Aceptar esa idea serÃa insultar la memoria de todos aquellos que dieron su vida para conseguir nuestra libertad. Aceptar esa idea serÃa menospreciar la vida y la actitud de gente que supo protestar y conseguir sus ideales sin matar inocentes. No puedo imaginar el torrente de vidas que ya nunca podrán hablar, reÃr, vivir... Gente que ha muerto en la ignorancia del que no sabe que su muerte esta determinada por otro y no por sus actos. No puedo imaginarme sus caras que ya no podré ver. Ni sus voces que ya no podré escuchar. Ni sus palabras que no podré leer... Hoy han sido ellos. Mañana puedo ser yo.
Por eso, por ellos y por nosotros, debemos escribir. Ellos no podrán hacerlo nunca más y callar los que estamos vivos serÃa olvidarlos e insultar su vida y, sobre todo, su muerte.
Va por vosotros para no olvidaros nunca.
Va por la gente que os quiere para que sepan que no están solos en su dolor.
Va contra aquellos que jamás, jamás, acabarán con nosotros.
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miércoles, marzo 10, 2004
�Tengo una pistola
por si un dÃa todo falla
en vez de hacer la cola
poder saltar la valla.
Tengo una pistola
por si un dÃa todo falla
hacer la guerra sola
tenerlo todo a raya." Tengo una pistola. Christina y los subterráneos.
Ella tenÃa diez años. El más de cuarenta. Era verano.
Desde su ventana veÃa toda la calle, pero nada tenÃa importancia salvo aquel hombre de profundas arrugas y fuerte carcajada. Nunca lo vio solo y todos los del barrio parecÃan conocerle y apreciarle. Siempre estaba con hombres. Siempre. Ella sentÃa esconderse el sol tras los edificios mientras esperaba una mirada cómplice de su amado. Nunca la sintió.
Una tarde le preguntó a su madre si le gustarÃa verla casada. Ella contestó que sÃ; con un buen hombre con un buen trabajo. "Mamá, con ese hombre me casaré", le dijo señalando por la ventana al hombre de la carcajada fácil. La madre, con los ojos desorbitados, le contestó que con ese hombre nunca se casarÃa. No era un buen hombre; no tenÃa un buen trabajo. Ella no volvió a hablar del tema.
Acabó el verano y un dÃa, al volver del colegio, escucho ruidos raros en su casa. Abrió con la llave que mucho tiempo atrás le habÃa dado su madre y, corriendo, se acercó hacia los ruidos. La puerta de la habitación de sus padres estaba entreabierta. Allà estaba él. Y estaba su madre. Los vio desnudos abrazándose sobre la cama. Con un grito cerró la puerta y se fue a su cuarto. Los ruidos cesaron. Cuando salió, él se estaba vistiendo. Era como cuando veÃa a su padre en la ducha. Se acercó; le preguntó: "¿En que trabajas?". El sonrió y le revolvió el pelo con una mano. "Mato hombres. Pero tú no te asustes; eres una niñaâ€�. Aquel dÃa papá vino tarde. Ella lo esperó y, cuando su madre hacÃa la cena, le contó lo que habÃa visto aquel dÃa. Su padre fue a la cocina y gritó como nunca lo habÃa hecho. Cogió un cuchillo y pateó una mesa. Después se marchó. Al dÃa siguiente los vecinos la llevaron con la tÃa. Mamá se habÃa colgado del balcón y de papá nunca más supo.
Pasaron muchos años. Ella creció y volvió a saber de él. Ahora era viejo; tenÃa una casa; vivÃa con una mujer... Una noche entró en su casa. Ellos dormÃan en el sofá con la televisión haciendo luces raras en sus rostros. Se fijó en él. TenÃa más arrugas y parecÃa feliz. Abrazaba a su mujer con los dos brazos. PodÃa haber sido ella... Saco una pistola y los empujó. Los dos se despertaron muy despacio con un figura que les tapaba la luz de sus caras. Levantaron las manos y le pidieron que se llevara lo que quisiera. Ella no contestó. Amartilló el arma y apuntó a la cabeza de la mujer. Él, sollozó y le dijo:
-No sé quien eres. Si te hice algo malo, perdóname no matándola y demuestra que eres mejor de lo que yo fui. – Ella disparó y le contestó mientras le apuntaba.
-Yo soy mejor que tú. Yo no mato hombres; mato personas. – Disparó.
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por si un dÃa todo falla
en vez de hacer la cola
poder saltar la valla.
Tengo una pistola
por si un dÃa todo falla
hacer la guerra sola
tenerlo todo a raya." Tengo una pistola. Christina y los subterráneos.
Ella tenÃa diez años. El más de cuarenta. Era verano.
Desde su ventana veÃa toda la calle, pero nada tenÃa importancia salvo aquel hombre de profundas arrugas y fuerte carcajada. Nunca lo vio solo y todos los del barrio parecÃan conocerle y apreciarle. Siempre estaba con hombres. Siempre. Ella sentÃa esconderse el sol tras los edificios mientras esperaba una mirada cómplice de su amado. Nunca la sintió.
Una tarde le preguntó a su madre si le gustarÃa verla casada. Ella contestó que sÃ; con un buen hombre con un buen trabajo. "Mamá, con ese hombre me casaré", le dijo señalando por la ventana al hombre de la carcajada fácil. La madre, con los ojos desorbitados, le contestó que con ese hombre nunca se casarÃa. No era un buen hombre; no tenÃa un buen trabajo. Ella no volvió a hablar del tema.
Acabó el verano y un dÃa, al volver del colegio, escucho ruidos raros en su casa. Abrió con la llave que mucho tiempo atrás le habÃa dado su madre y, corriendo, se acercó hacia los ruidos. La puerta de la habitación de sus padres estaba entreabierta. Allà estaba él. Y estaba su madre. Los vio desnudos abrazándose sobre la cama. Con un grito cerró la puerta y se fue a su cuarto. Los ruidos cesaron. Cuando salió, él se estaba vistiendo. Era como cuando veÃa a su padre en la ducha. Se acercó; le preguntó: "¿En que trabajas?". El sonrió y le revolvió el pelo con una mano. "Mato hombres. Pero tú no te asustes; eres una niñaâ€�. Aquel dÃa papá vino tarde. Ella lo esperó y, cuando su madre hacÃa la cena, le contó lo que habÃa visto aquel dÃa. Su padre fue a la cocina y gritó como nunca lo habÃa hecho. Cogió un cuchillo y pateó una mesa. Después se marchó. Al dÃa siguiente los vecinos la llevaron con la tÃa. Mamá se habÃa colgado del balcón y de papá nunca más supo.
Pasaron muchos años. Ella creció y volvió a saber de él. Ahora era viejo; tenÃa una casa; vivÃa con una mujer... Una noche entró en su casa. Ellos dormÃan en el sofá con la televisión haciendo luces raras en sus rostros. Se fijó en él. TenÃa más arrugas y parecÃa feliz. Abrazaba a su mujer con los dos brazos. PodÃa haber sido ella... Saco una pistola y los empujó. Los dos se despertaron muy despacio con un figura que les tapaba la luz de sus caras. Levantaron las manos y le pidieron que se llevara lo que quisiera. Ella no contestó. Amartilló el arma y apuntó a la cabeza de la mujer. Él, sollozó y le dijo:
-No sé quien eres. Si te hice algo malo, perdóname no matándola y demuestra que eres mejor de lo que yo fui. – Ella disparó y le contestó mientras le apuntaba.
-Yo soy mejor que tú. Yo no mato hombres; mato personas. – Disparó.
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domingo, marzo 07, 2004
"Hoy el cielo está gris.
Ya no tengo sitio donde ir.
Esta no es mi ciudad,
nunca lo será si tu no estás..." #5. Galáctica.
Ahora que estamos en campaña electoral y no veo ningún eslogan que me convenza, yo os propongo uno:
"ACABEMOS CON LAS SOLEDADES. ¡JUNTÉMOSLAS!"
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Ya no tengo sitio donde ir.
Esta no es mi ciudad,
nunca lo será si tu no estás..." #5. Galáctica.
Ahora que estamos en campaña electoral y no veo ningún eslogan que me convenza, yo os propongo uno:
"ACABEMOS CON LAS SOLEDADES. ¡JUNTÉMOSLAS!"
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jueves, marzo 04, 2004
“Soy un perro callejero.
Si yo vivo, que más da.� Perros callejeros. Los Chunguitos.
“PedÃa ayuda con sus actos de todos los dÃas.
PedÃa comprensión cuando bajaba la cabeza al estar acompañado.
PedÃa cariño cuando se acercaba a pedir algo en la calle.
PedÃa amor con sus miradas mudas hacia los demás.
Hasta se leÃa socorro en sus ratos de alegrÃa.
Nació y creció del egoÃsmo y su muerte llegó en la soledad acompañada de los encierros.â€�
Dedicado a todos los animales que no se pueden salvar del egoÃsmo de los que un dÃa fueron sus dueños, y después, sus torturadores con el abandono. Y también a todos aquellos, amigos o desconocidos, que se dedican en mayor o menor medida a mejorar la vida de alguien que no ha elegido su desgracia.
Va por ellos.
Va por nosotros.
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Si yo vivo, que más da.� Perros callejeros. Los Chunguitos.
“PedÃa ayuda con sus actos de todos los dÃas.
PedÃa comprensión cuando bajaba la cabeza al estar acompañado.
PedÃa cariño cuando se acercaba a pedir algo en la calle.
PedÃa amor con sus miradas mudas hacia los demás.
Hasta se leÃa socorro en sus ratos de alegrÃa.
Nació y creció del egoÃsmo y su muerte llegó en la soledad acompañada de los encierros.â€�
Dedicado a todos los animales que no se pueden salvar del egoÃsmo de los que un dÃa fueron sus dueños, y después, sus torturadores con el abandono. Y también a todos aquellos, amigos o desconocidos, que se dedican en mayor o menor medida a mejorar la vida de alguien que no ha elegido su desgracia.
Va por ellos.
Va por nosotros.
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miércoles, marzo 03, 2004
“We are the Champion, my friend.
We keep on fighting to the end.
We are the Champion. We are the Champion!
No time for loser and we are de Champion...
Of the world..." (We are the Champion) Queen.
Ahora que estamos en plena campaña electoral, me acuerdo de mi etapa de polÃtico en activo. Fue en el instituto y recuerdo cuando fundamos, entre dos amigos y yo, el P.A.S.A. (Partido del Abstencionista Sociedad Anónima).
Eran las elecciones al consejo escolar y tenÃamos que votar al representante de los alumnos. Con presteza, los cabezas pensantes y futuros gobernantes de nuestros destinos, emergieron dispuestos a regalarnos bienestar y alegrÃa desde el cargo al cual tenÃamos que alzarlos. La verdad es que ni me acuerdo con exactitud de la cantidad de candidatos que se presentaron, pero sà se que fueron muchos. Los pasillos se llenaron de carteles con todo tipo de proclamas y, sobre todo, con los nombres de los salvadores escritos en Edding de esos de la punta súper-gorda. Todo ello bajo la atenta mirada de los conserjes que vigilaban, con ojo avizor y muy mala leche, quien colocaba los carteles pues, claro está, sólo podÃan colgar carteles aquellos alumnos con candidatura. O, como mucho, sus acólitos. Por aquella época yo era un personaje que empezaba a desconfiar del mundo y esas elecciones (que me parecÃan un paripé como otro cualquiera para darnos la impresión de que pintábamos algo) fueron el momento ideal para lanzarme a la polÃtica. Asà que, con ánimo de crÃtica y burla hacia el mercantilismo que atrofia la democracia, puse a trabajar mi cerebro. En una operación relámpago, en un recreo, fundamos el P.A.S.A. entre tres personas. Esos 20 minutos estuvieron bien aprovechados puesto que en ellos decidimos: a) Nuestro ideario; recoger todo el descontento y canalizarlo hacia una abstención reconocible. B) Nuestra campaña electoral; menos carteles de letras grandes y muchos de tamaño folio aprovechando un pequeño desfalco de papel a la conserjerÃa. C) Quien serÃa nuestro lÃder: serÃa “NADIEâ€�. D) Nuestro eslogan de campaña: “NADIEâ€� TE VA A HACER CASO. “NADIEâ€� TE VA A AYUDAR. VOTA AL P.A.S.A. Una vez decidido, y conseguidos los folios, aprovechamos una clase de ética para hacer todos los carteles de la campaña. Fueron unos 200. Todos iguales; con el eslogan arriba, un espacio en blanco simbolizando a nuestro lÃder y nuestras siglas abajo. El equivalente a la Junta Electoral Central no aceptó nuestra candidatura, por carecer de candidato principalmente, y por ese motivo pasamos a la clandestinidad de los conserjes que, con mirada desafiante, nos intentaron frenar la pegada de carteles. Todo fue inútil. Como buenos idealistas, por un cartel arrancado otros dos ocupaban su lugar y asà hasta llegar al dÃa de las votaciones.
Ese dÃa lo recuerdo con gran cariño. Cuando terminó el recuento de los votos, unos quince minutos escasos después del cierre de urnas, los resultados nos dieron una de las alegrÃas del instituto. En los resultados se reflejaba un 82 % de abstención y un 10 % de votos nulos; victoria aplastante.
Por una vez, que no ha servido de precedente, estuve en el bando de los ganadores.
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We keep on fighting to the end.
We are the Champion. We are the Champion!
No time for loser and we are de Champion...
Of the world..." (We are the Champion) Queen.
Ahora que estamos en plena campaña electoral, me acuerdo de mi etapa de polÃtico en activo. Fue en el instituto y recuerdo cuando fundamos, entre dos amigos y yo, el P.A.S.A. (Partido del Abstencionista Sociedad Anónima).
Eran las elecciones al consejo escolar y tenÃamos que votar al representante de los alumnos. Con presteza, los cabezas pensantes y futuros gobernantes de nuestros destinos, emergieron dispuestos a regalarnos bienestar y alegrÃa desde el cargo al cual tenÃamos que alzarlos. La verdad es que ni me acuerdo con exactitud de la cantidad de candidatos que se presentaron, pero sà se que fueron muchos. Los pasillos se llenaron de carteles con todo tipo de proclamas y, sobre todo, con los nombres de los salvadores escritos en Edding de esos de la punta súper-gorda. Todo ello bajo la atenta mirada de los conserjes que vigilaban, con ojo avizor y muy mala leche, quien colocaba los carteles pues, claro está, sólo podÃan colgar carteles aquellos alumnos con candidatura. O, como mucho, sus acólitos. Por aquella época yo era un personaje que empezaba a desconfiar del mundo y esas elecciones (que me parecÃan un paripé como otro cualquiera para darnos la impresión de que pintábamos algo) fueron el momento ideal para lanzarme a la polÃtica. Asà que, con ánimo de crÃtica y burla hacia el mercantilismo que atrofia la democracia, puse a trabajar mi cerebro. En una operación relámpago, en un recreo, fundamos el P.A.S.A. entre tres personas. Esos 20 minutos estuvieron bien aprovechados puesto que en ellos decidimos: a) Nuestro ideario; recoger todo el descontento y canalizarlo hacia una abstención reconocible. B) Nuestra campaña electoral; menos carteles de letras grandes y muchos de tamaño folio aprovechando un pequeño desfalco de papel a la conserjerÃa. C) Quien serÃa nuestro lÃder: serÃa “NADIEâ€�. D) Nuestro eslogan de campaña: “NADIEâ€� TE VA A HACER CASO. “NADIEâ€� TE VA A AYUDAR. VOTA AL P.A.S.A. Una vez decidido, y conseguidos los folios, aprovechamos una clase de ética para hacer todos los carteles de la campaña. Fueron unos 200. Todos iguales; con el eslogan arriba, un espacio en blanco simbolizando a nuestro lÃder y nuestras siglas abajo. El equivalente a la Junta Electoral Central no aceptó nuestra candidatura, por carecer de candidato principalmente, y por ese motivo pasamos a la clandestinidad de los conserjes que, con mirada desafiante, nos intentaron frenar la pegada de carteles. Todo fue inútil. Como buenos idealistas, por un cartel arrancado otros dos ocupaban su lugar y asà hasta llegar al dÃa de las votaciones.
Ese dÃa lo recuerdo con gran cariño. Cuando terminó el recuento de los votos, unos quince minutos escasos después del cierre de urnas, los resultados nos dieron una de las alegrÃas del instituto. En los resultados se reflejaba un 82 % de abstención y un 10 % de votos nulos; victoria aplastante.
Por una vez, que no ha servido de precedente, estuve en el bando de los ganadores.
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lunes, marzo 01, 2004
“ No será peor de lo que era.
No será peor, seguro que es mejor�. Cumpleaños total. Los planetas.
Buscaba un motivo para escribir. Me dijeron: “Para escribir, tienes que tener ganas de contar algo que interese�. Pero, yo no sé si lo que escriba será interesante...
Entonces será esto: “Para escribir, tienes que tener ganas de contar algo�. Pero, a veces no habrá mucho que contar...
¿Y si fuera esto?: “Para escribir, tienes que tener ganas�.
Definitivamente sÃ, creo que este es el motivo que necesito para escribir.
Bienvenidos y un abrazo.
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No será peor, seguro que es mejor�. Cumpleaños total. Los planetas.
Buscaba un motivo para escribir. Me dijeron: “Para escribir, tienes que tener ganas de contar algo que interese�. Pero, yo no sé si lo que escriba será interesante...
Entonces será esto: “Para escribir, tienes que tener ganas de contar algo�. Pero, a veces no habrá mucho que contar...
¿Y si fuera esto?: “Para escribir, tienes que tener ganas�.
Definitivamente sÃ, creo que este es el motivo que necesito para escribir.
Bienvenidos y un abrazo.
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